Seattle, Condado de King, Washington D.F., EEUU.
Hace un rato, mientras forcejeaba con la cerradura del
apartamento 337, casi se me cae la bolsa de papel marrón que llevaba en la otra
mano. No he podido evitar reírme por dentro recordando los monólogos de Goyo
Jiménez y darle la razón pensando en lo “americano” que es todo esto. Como
siempre, la realidad supera a la ficción.
Space needle, símbolo de la ciudad
Llevo dos semanas aquí y estoy un poco más suelta. Por fin
he podido conseguir un teléfono americano, abrirme una cuenta en el banco,
comprarme un secador de pelo, tengo la tarjeta del autobús, el pase de
seguridad del trabajo... Pero voy a empezar por el principio: quién soy, por
qué y cómo llegué a Seattle, cuyos habitantes apodan “La ciudad Esmeralda”. No
ha sido una decisión fácil, pues estoy muy lejos de personas que me dan muchos motivos para echarlas de menos, pero estoy aquí para luchar
por lo que quiero. I’m off to see the Wizard!
Algunos ya me conocéis, soy española y
vine aquí con una beca postdoctoral. Además de investigar, me encanta escribir
y creo que ahora es el momento perfecto. He de confesar que la “tierra de Oz”
se parece mucho a lo que nos vende la industria de Hollywood, pero a la vez es
muy diferente. Mi cara durante los primeros días se parecía bastante a esta:
(sin tener
un perrito al que achuchar, claro) Fuente
Aquí todo es enorme, ruidoso y de alguna forma genuino. A
veces se me olvida que ya no estoy en mi país y entonces me cruzo con un policía con un
letrero de “King County” en su camisa, veo a los autobuses escolares esperando
en la calle o escucho a alguien decir alguna frase seguida de “madafaka” y me doy cuenta de que
no, ya no estoy en casa.
Creo que no era consciente de la cantidad de cosas que son diferentes: el idioma, el dinero, los transportes, la forma de medir los grados, las distancias, la temperatura, la forma de pagar el alquiler o de tirar la basura, las tiendas (ya he conocido el QFC, Ross, 7eleven, Barthel Drugs…). En muchos sentidos me siento como un bebé descubriendo el mundo, lo que me ha costado algún que otro tropiezo o situación embarazosa. Con decir que casi compro pan de marihuana para desayunar en el trabajo sin querer... creo que hubiese pasado un primer día muy "alegre", aunque no sé qué habría pensado mi jefe... en fin.
Mi idea para el blog es escribir cada semana sobre alguna de las cosas que son distintas, haciendo una comparación entre las ideas preconcebidas que tenía y la realidad. También incluiré revisiones de lugares, restaurantes, museos y sitios secretos que merecen la pena, para que podáis viajar un poquito a través de internet, porque de verdad que esta ciudad es impresionante.
Ey! Muy buen comienzo pero me ha sabido a poco, quiero más!!
ResponderEliminarEs como estar contigo allí!. Besos
ResponderEliminarEs como estar contigo allí!. Besos
ResponderEliminarSi, a mi también me sabe a poco!!! Ánimos y en casa te leemos y te vamos a leer todos! Besos
ResponderEliminarMuy bien Rocío! 😊 gracias por escribir tus aventuras!
ResponderEliminarRomán
Muy bien Rocío! 😊 gracias por escribir tus aventuras!
ResponderEliminarRomán
Los buenos escritores siempre se dejan algo que decir para la próxima ocasión ;-)
ResponderEliminar¡Te sigo!
Aquí otra seguidora incondicional. Esperando impaciente la próxima entrega. Un abrazo xxx
ResponderEliminarQue magnífica iniciativa Rocío!,
ResponderEliminarSeguiré con interés e ilusión tus experiencias americanas!.
Ya me imagino disfrutando de la lectura de tu futura novela.
Un abrazo gigante
Margarita Ortiz-Tallo
Hola preciosa, espero que disfrutes tu aventura norteamericana.
ResponderEliminarFeliz día
Chris
Muchas gracias, intentaré relatarla de forma que disfrutéis conmigo. :)
Eliminar